Bailarina del mes: Josephine Baker

Bailarina del mes: Josephine Baker

Hoy se cumplen 93 años de la visita a Pamplona de una de las artistas más influyentes de la primera mitad del siglo XX, Josephine Baker.

Freda Josephine McDonald, nació en 1906 en Saint Louis (EEUU) y creció en una América segregada, donde las oportunidades para las mujeres africano americanas eran muy limitadas. A pesar de ello, desde muy joven mostró un talento innato para el canto y el baile, y con sólo 13 años se marchó de casa para unirse a una compañía de vodevil, donde perfeccionó sus dotes como artista.

Después se trasladó a Nueva York, donde trabajó como corista en Broadway. Aunque realmente su carrera despegó cuando llegó al París de los locos años veinte, donde se convirtió en la gran vedette del Folies Bergère como Joséphine Baker. Afrancesó su  nombre con un acento agudo y tomó el apellido de su segundo matrimonio de los seis que contrajo. Como reconocimiento al país que la acogió y la encumbró a la fama internacional, adquirió la nacionalidad francesa con su cuarto matrimonio, renunciando a la norteamericana.

Se hizo famosa por su “banana dance”, en el que se ponía una falda hecha de plátanos y bailaba una sugerente danza. Las actuaciones de Baker fueron muy innovadoras para su época, ya que desafiaban las nociones tradicionales de feminidad y sexualidad. Su influencia llega incluso a nuestros días, tanto es así que hace unos años Beyoncé hizo un homenaje a Josephine y actuó con una falda hecha de plátanos. El impacto de Baker en la industria del espectáculo fue significativo, se convirtió en la primera mujer africano americana en protagonizar una gran película, “Zouzou“, de 1934. También rompió barreras en el mundo de la moda, convirtiéndose en musa de diseñadores como Christian Dior y Elsa Schiaparelli.

Además de en el mundo del espectáculo, Josephine Baker fue una referente dentro del activismo político y social. Durante la Segunda Guerra Mundial, también colaboró como espía para la Resistencia francesa. Aprovechó su trabajo como artista para viajar por Europa, recopilar información sobre la ocupación nazi y transmitirla a la Resistencia. Su valentía y dedicación a la causa le valieron la “Croix de Guerre”, una de las más altas condecoraciones militares de Francia.

El activismo de Baker continuó durante toda su vida. Fue una firme defensora de los derechos civiles y utilizó su fama para denunciar el racismo y la discriminación. También adoptó a 12 niños de todo el mundo, a los que llamaba su “Tribu del Arco Iris”. Baker creía que su familia era un testimonio de la posibilidad de la armonía racial, y utilizó su casa como lugar de encuentro para personas de todas las razas y orígenes.

El 8 de abril de 1930, la llegada de Josephine Baker causó un gran revuelo en la sociedad pamplonesa, que nunca había visto nada igual. Siendo mundialmente conocida por sus movimientos exóticos y sus extravagantes vestuarios, hizo una gira por España en 1930, recalando el 8 de abril en el Coliseo Olimpia de Pamplona en la que se le anunciaba con el sugerente título de Josefina Baker, “La Venus de Ébano”.

El que iba a ser el acontecimiento cultural del año se vio ensombrecido por la oposición de las asociaciones católicas pamplonesas que tildaron la exhibición de la Baker de inmoral. Dos rotativos locales se sumaron a la campaña negándose a publicar el anuncio del espectáculo: Diario de Navarra (DN) y La Tradición Navarra (LTN). También se convocaron actos religiosos de desagravio a la misma hora de la función.

Aún así, parece ser que Pamplona no era tan moralista. Lo cierto es que la fuerte oposición que sufrió el espectáculo de Baker fue totalmente contraproducente, ya que produjo un efecto llamada de público al Coliseo Olimpia que, según El Pueblo Navarro, “registró dos llenazos”.  A continuación comentaba en su publicación que “su arte personalísimo tiene matices de exquisita sensibilidad. Y triunfó, naturalmente, como viene triunfando en cuantas poblaciones cultas actúa la venus morena. El público la aplaudió cariñosamente y premió su trabajo y arte…”.

Hasta aquí nuestro recuerdo a Josephine Baker, todo una figura, tanto en su faceta artística como en la lucha por sus ideales. A continuación te dejamos un pequeño documental mas extenso sobre su vida por si te interesa conocer más.