¿Qué tienen en común el Ballet, el Yoga, el Baile Moderno y el Lindy Hop? Eso es lo que pudimos tratar de adivinar en el taller que organizamos en Big Kick con Abby Crain. Fue un taller cortito puesto que no sabíamos cómo iba a funcionar porque era algo nuevo, que creemos que no se había hecho antes en España: tratar de mezclar técnicas y de encontrar las raíces del baile en un taller dirigido a lindy hoppers. El resultado? Pues dos horas en las que pudimos observar los orígenes comunes del baile: el control corporal y la perseverancia. Agradecemos mucho a Abby y a Poise por el diseño minucioso de la clase. Esperamos que todo el mundo lo disfrutara tanto como nosotros, que también asistimos, esta vez como alumnos.

Comenzamos con unos estiramientos y calentamientos dirigidos utilizando técnicas de ballet y de yoga. Es interesante cómo el famoso “saludo al sol” de yoga supone un calentamiento y un estiramiento superbueno para bailar cualquier estilo de baile.

Seguidamente comenzamos a buscar nuestro centro de gravedad en el cuerpo, para los lindy hoppers, algo más bajo que para los bailarines de ballet. Esto será clave para el control del equilibrio durante los giros, por ejemplo; y también para tener conciencia corporal.

Los giros siempre es nuestro talón de aquiles como bailarines, y suele serlo porque no tenemos técnica, ni sabemos cómo trabajarlos. Aunque mejorar sensiblemente puede llevar años de trabajo y de práctica, Abby nos dio una serie de directrices que vienen directamente de la técnica de clásico, y que seguramente nos dará herramientas para poder trabajarlos, y ojala, mejorarlos más adelante: el punto fijo, el control del centro de gravedad, la posición de las piernas y brazos… no hay más que fijarse en los bailarines top mundiales de Lindy Hop para poder adivinar ahora cómo usan las técnicas de clásico para sus giros  y  para su baile en general. Ya me gustaría a mí haber tenido una formación, aunque fuera básica, en ballet cuando era niño…

Ballet

La última parte del taller fue la más divertida, aunque casi no nos quedaba más tiempo, unos ejercicios para tratar de soltarnos, de improvisar con diferentes músicas, de disociar los cuerpos. Algún calentamiento hemos hecho esta semana utilizando música dance y disociando el cuerpo… cuántas risas, y qué divertido!

Ballet, contemporáneo, lindy hop, tango, blues, salsa, merengue, vals… etc. Todos los bailes tienen algo en común, cómo te conecta con el cuerpo y cómo te hace sentir vivo. Si no existira el baile, habría que inventarlo.