Esta Semana Santa diez lindy hoppers pamplonicas nos desplazamos a Barcelona para disfrutar del festival de Lindy Hop más longevo (19 ediciones) que hay en el territorio nacional. Aunque ya habíamos estado en otras ediciones, el ambiente que se respira alrededor del festival y sobre todo en las fiestas hace que vuelvas renovado y con más ganas si cabe de seguir disfrutando de lo que más nos gusta, el Lindy Hop.
El viaje comenzó el pasado miércoles, los más adelantados viajamos ese mismo día para poder tener una primera toma de contacto con nuestros amigos catalanes (muchas gracias a nuestra anfitriona Nagore por acogernos todos esos días). Llegamos un poco tarde así que nos perdimos la primera parte de la fiesta, aunque pudimos disfrutar del final de fiesta en la escuela Ballaswing. El ambiente muy bueno, no mucha gente y mucho nivel, incluido todos los profesores internacionales, ideal para empezar.
El jueves tuvimos la mañana libre para poder disfrutar del buen tiempo que hacía en Barcelona, dar un paseo, comer en una terracita, todas esas cosas que, debido a nuestra maravillosa metereología, aun no se pueden hacer en Pamplona. Por la tarde/noche empezaba ya en serio el festival. La banda del jueves para mi fue la mejor de las cuatro, la Bumpy Roof Band. Además se notaba que la gente estaba fresca y con unas ganas increíbles de empezar el festival. Se presentaron los profesores y, en cuanto acabó la banda, sobre las dos de la mañana, nos fuimos para casa porque el siguiente día se presentaba muy duro.
Empezamos el viernes con la audición para separar los grupos. Como ya he comentado en alguna otra ocasión, yo creo que es algo necesario para que los niveles sean lo más homogéneos posible. Todo el grupo que fuimos desde Pamplona estuvimos en los diferentes niveles de avanzado, lo que demuestra que la escena por aquí se va asentando poco a poco. En esta edición, había varias parejas de profesores que repetían en Barcelona, Ali&Katja, Pontus&Isabella y William&Maeva, pero también hubo dos parejas nuevas Juan&Sharon y JB&Tatiana, estos últimos no me habían dado clase y no me defraudaron, mención especial a una explicación muy gráfica de la conexión en pareja. Las primeras clases pasaron y llegó la hora de la Jack and Jill. Nos presentábamos 5 de Pamplona (2 leaders y 3 followers) y conseguimos estar 2 en la final. La sorpresa fue increíble porque nos habíamos ido a cenar pensando que no estaríamos dentro de los elegidos. Pese a los nervios, yo creo que normales por ser mi primera final, lo pasamos genial. En esto tiene mucho que ver mi pareja de la final, Isabel, que me hizo sentir muy cómodo. Aquí y aquí están los vídeos de la final. Esa noche la banda que tocó fue los Shakin’ All. Ademas de las actuaciones de los profes, durante el “showtime” también hubo el concurso de coreos grupales. Este año el “showtime” fue más reducido, algo que yo creo que la gente agradeció, puesto que al estar mucho rato sin bailar te quedas frío y luego cuesta un poco volver a retomar la fiesta.
Ya habíamos pasado el ecuador del festival, el sábado continuamos con la sesión diaria de clases. Quizás es el único pero que se le puede poner a este festival, la gran cantidad de gente que hay en las clases. Por la noche la banda que tocaba eran The Atomic Swing Five, una banda con un toque un poco más rockabilly. Esa noche sin los nervios y habiendo descansado un poco más que el día anterior pudimos disfrutar mucho más de la fiesta. Disfrutamos de una genial Pro Jack and Jill donde se pudo comprobar el nivelazo de bailarines que acuden a este festival.
Y llegamos al último día propiamente de festival, las últimas clases, el cansancio acumulado se iba notando pero había que aguantar. La ultima fiesta, “Dress to impress”, sacamos las mejores galas para despedir las fiestas en el Casino hasta el año que viene. Ricard Gili Septet fue la banda encargada de cerrar las fiestas de noche. Además de la tradicional Jack and Jill entre los masters, también se decidió al ganador del concurso de coreos grupales (Shake Shake) y hubo una jam final de despedida. Estábamos tan cansados que ni siquiera pudimos ir a la playa a disfrutar del último clandestino post party.
Finalmente, el lunes acudimos a la fiesta oficial de cierre, el concierto en Plaza Real, este año a cargo de la Orquesta Joven de Girona. Impresionante el nivelazo que tienen estos chicos y chicas. Ahí pudimos despedirnos de todos los amigos, viejos y nuevos. Nos quedaba el viaje de vuelta, estábamos cansados pero con las pilas cargadas de swing. El año que viene más!!