Hace unos días, unos cuantos entusiastas del Lindy Hop nos desplazamos hasta Vilna (Lituania), para participar en uno de los festivales con más renombre de todo Europa. Se trataba de ni mas ni menos que la 11 edición del Traditional International Jazz Music and Dance Festival of Harlem. Estábamos convencidos de que iba a ser una magnifica experiencia a tenor de los vídeos que habíamos podido ver y de los comentarios que habíamos recibido de amigos que ya habían podido asistir en otras ocasiones, pero no nos imaginamos hasta que punto este festival te sumerge en la cultura del Lindy Hop.
Harlem 2016
El jueves comenzó el festival con la tradicional lectura de apertura de festival, en esta edición sobre la Big Apple, a cargo de Peter Winqvist Loggins. Un acto en el que se expone algún tema relacionado con nuestro baile y se aborda la cultura e historia del Lindy Hop. Esa misma noche fue la primera fiesta en Tamsta, un local no excesivamente grande pero con una atmósfera muy de jazz. Desde ese mismo momento pudimos comprobar que el nivel era espectacular. Además de la gran cantidad de profesores, el nivel de todos los asistentes era altísimo, como conclusión todos los bailes eran de gran calidad.
El viernes comenzaron las clases, en esta edición los profesores de Lindy Hop eran Peter Winqvist Loggins y Pamela Gaižutytė, Mikey Pedroza y Kamilė Pundziūtė, Åsa y Daniel Heedman, Todd Yannacone y Alice Mei, Mickey Fortanasce y Moe Sakan y Ana Umnova y Tadas Vasiliauskas. Ademas del pase de Lindy Hop, también había de Balboa, Solo Jazz y Tap, con la gran Josette Wiggan como reclamo. Las clases de Lindy Hop se centraron en aspectos relacionados con el uso del espacio, footwork, conexión y musicalidad, y prácticamente no hubo figuras. Esto quizás se deba al hecho de que las fiestas estaban abarrotadas y es la mejor manera de enseñar la forma de bailar sin la necesidad de tener que ocupar un gran espacio ni hacer figuras excesivamente complejas, basarse en la comunicación con la pareja e interpretar la música lo mejor posible.
Con Asa y Daniel Heedman
El Club Legendos (antiguo Club New York) fue donde se realizaron las fiestas del viernes y del sábado. Fiestas de 10 horas de duración. Si, has leído bien 10 horas, desde las 20h hasta las 06h. El local tiene un encanto especial, una planta baja con un escenario y pista alargada y una planta superior para poder tomarte tus descansos y observar el baile. En cuanto entras puedes sentir el aroma de antiguo club americano. Las bandas también ayudaron a que este sentimiento fuera tan intenso. Desde la Hot Sugar Band, pasando por la Orquesta Militar Lituana, The Schwings, The Rhythm Junkies, hasta la Home Jazz Band que cerró el festival por todo lo alto. El número de actuaciones, competiciones, espectáculos y sorpresas fue ilimitado, hubo competiciones de Solo, Jack’n’Jill y Strictly Lindy, varias actuaciones tanto de equipo como de solo y las exhibiciones de los profesores, y pude ver las Jams más espectaculares que he visto hasta ahora. El sábado también es el día en que se celebra el Lindy Trip, otro de los momentos especiales de este festival, una especie de pasacalles en versión Lindy con desfile de coches antiguos y música en directo, aunque este año tuvo que suspenderse por culpa de una tormenta que cayó en eso preciso momento.
El domingo acabó el festival con las clases temáticas, soul, aéreos, raíces africanas del jazz, slow dance.. y con una última fiesta en el club Tamsta. Las energías que quedaban eran muy pocas pero la atmósfera de este festival te hace sacar fuerzas de donde no hay. Las últimas competiciones, la traca final y un par de Jams pusieron el punto final a unos días de inmersión total en la cultura del Lindy Hop. Ya queda menos para que llegue la edición del año que viene!!!