El primer fin de semana de mayo estuve en el London Lindy Exchange. No fue la primera vez que me apunto pero sí fue la primera vez que conseguí acudir, dado que el año pasado no pude ir y tuve que vender mi pase a última hora. Tenía muchas expectativas por bailar en Londres. Había oído hablar mucho de la escena londinense y me apetecía mucho bailar allí.
Un Lindy Exchange es siempre una oportunidad de bailar con gente local y con visitantes sin la presión de las clases. Y también de disfrutar de una ciudad con multitud de posibilidades, como Londres.
Las fiestas principales en Londres fueron en el Camden Center. Un salón victoriano alucinan
te en una zona céntrica y bien comunicada de la ciudad. Suelo de madera, mucho espacio, techos altos y ambiente retro. Qué más se puede pedir?
Una buena banda? Pues contaban con la mejor: La de Gordon Webster! A día de hoy es la mejor banda con la que he bailado. No sólo son buenísimos técnicamente, sino que además interaccionan con los bailarines, aceleran y frenan en las canciones, aumentan la intensidad… todo lo que un bailarín sueña para poder mostrar en la pista todo su talento y musicalidad…
La pena es que el resto de las bandas, a pesar de que eran muy buenas técnicamente, no estuvieron al mismo nivel. Como bailarín siempre se agradece algo más de chispa y de gamberrismo en el escenario, no solo interpretar bien un tema. Aunque bueno, esto tal vez es mi opinión personal.
En cuanto al resto de actividades, el London Lindy Exchange propone un baile social todas las tardes en diferentes puntos de la ciudad y una afterparty blusera el domingo por la noche, con Gordon Webster & friends otra vez. La localización, en el Proud Cabaret City, un antro subterráneo con mucho glamour al más puro estilo Chicago. Aunque es cierto que la pista de baile era pequeña para la cantidad de gente que había, este evento está más pensado para socializar, sentarse en las mesas y en los sofás, disfrutar de la mejor banda del momento (un diez para ellos) y charlar y tomar cócteles. Y por supuesto, bailar de vez en cuando algún temazo.
Disfruté mucho de Londres, siempre una ciudad que da gusto visitar, y disfruté mucho bailando con muchos de los amigos british que dejé allí después de mi etapa en Edimburgo. Eso sí, eché de menos alguna competición o algún show que añadiera un plus al evento y que atrajera a más bailarines de nivel a las pistas…. También propongo clonar a Gordon Webster y que toquen dutante horas y horas, pero eso ya, supongo, será mucho pedir…