Lindy Hop. Desde los años 20 hasta la actualidad.

Lindy Hop. Desde los años 20 hasta la actualidad.

El Lindy Hop, también conocido como Jitterburg, es el baile afroamericano relacionado con la música  jazz (swing-jazz) de las big bands durante el periodo comprendido entre finales de la década de los años 20 y el final de la segunda guerra mundial. La conocida como edad dorada del swing.

Recibe su nombre por el primer viaje transatlántico sin escalas en avión que realizó Charles Linderbergh en 1927. La historia cuenta que, durante un concurso de baile que se disputaba en el Savoy Ballroom, ‘Shorty’ George, uno de los mejores bailarines de aquella época respondió diciendo ‘Lindy Hop’ cuando le preguntaron qué tipo de baile realizaba. Lindy hacía referencia a Charles Linderbergh y Hop al salto de un continente a otro.

shorty george snowden

‘Shorty’ George

El  Lindy Hop nació, como muchos otros bailes de la época, en el Savoy Ballroom, un salón de baile situado en Harlem (Nueva York) y conocido por ser ‘El mejor salón de baile del mundo’. En un momento donde ya se bailaba el ‘Charleston’, el ‘Cake Walk’ y el ‘Black Bottom’, entre otros, la introducción de posiciones abiertas (conocidas entonces como ‘Break-aways’ ahora ‘Swing-out’)  supuso toda una revolución.

El Lindy Hop surgió como un baile popular,  con unas posturas muy diferentes a las de los bailes de salón europeos. Frente a la postura más erguida de los bailes europeos, este baile tenía una postura más agachada con las rodillas flexionadas y con un ‘pulse’ muy marcado. Era un baile muy callejero que fue evolucionando rápidamente en las salas de baile, gracias al talento de la comunidad afroamericana, y a la constante evolución de los bailarines basados en la improvisación y en las competiciones de tipo batallas de baile.

Whitey's Lindy Hoppers

Whitey’s Lindy Hoppers

Pese a ser un baile popular y creado por una comunidad afroamericana relegada por la segregación racial, pronto se puso de moda y se difundió por toda Norteamérica e incluso por Europa. Gran parte de este éxito, lo tuvieron las numerosas compañías de baile que surgieron, entre las que hay que destacar a los ‘Whitey’s Lindy Hoppers’. Compañía creada en el Savoy Ballroom y que fue la más conocida de la época. Fue tal su éxito que incluso llegó a aparecer en algunas películas de Hollywood, como ‘Hellzapopin’  o ‘Un día en las carreras’ de los hermanos Marx.

A pesar de la gran popularidad que obtuvo durante la década de los 30, con el fin de la segunda guerra mundial y la aparición de nuevos géneros musicales, como el rock and roll, el Lindy Hop fue reduciéndose poco a poco hasta desaparecer. La posterior aparición de estilos musicales (soul, pop…), que invitaban a bailar separados, tampoco ayudaron en este sentido.

Frankie-Manning

Frankie Manning

Posteriormente, en la década de los 80, unos pocos bailarines supervivientes de la época dorada del swing se empeñaron en resucitar este baile. Por un lado en Estados Unidos, y por otro en Europa, principalmente en Suecia y Reino Unido, se volvió poco a poco a ver bailar Lindy Hop. En este punto, fue crucial la figura de Frankie Manning, miembro original de los ‘Whitey’s Lindy Hoppers’ y conocido por ser el embajador mundial del Lindy Hop actual. Su total dedicación y su gran capacidad para difundir el espíritu del Lindy Hop hizo que poco a poco fuera desarrollándose y aumentara el número de Lindy Hoppers en todo el mundo.

Actualmente nos encontramos en un momento de constante crecimiento tanto en el número de Lindy Hoppers como en el número de eventos que se desarrollan por todo el mundo. Parece que se repite de nuevo la historia, y tras una época de crisis mundial, este baile recupera parte de su esplendor original. Seguramente el buen rollo que desprende y su componente social sean los principales valores que hacen que cada día más y más gente pruebe a bailarlo.

La comunidad Lindy Hopper debe mucho a aquellos intrépidos y entusiastas bailarines que allá por los años 80 decidieron volver a sus inicios para difundir este estilo tan característico de la familia del swing. Gracias a ellos podemos disfrutar de este apasionante y adictivo baile casi un siglo después de sus inicios.