Hace unas semanas me junté con unos amigos para ver una peli sobre música y cenar… la elegida fue Acordes y Desacuerdos (Sweet and Lowdown originalmente), una película de Woody Allen que trata sobre la vida de un músico ficticio llamado Emmet Ray (Sean Penn). El personaje era un guitarrista increíble de los años treinta, conocido por ser el segundo mejor guitarrista después de Django Reinhardt. En esencia, la película es una especie de homenaje al estilo del director neoyorkino a la figura del propio Reinhardt, retratándole como un virtuoso de la guitarra, extravangante, fanfarrón y racial. Es una película muy divertida que te transporta a otra época con una banda sonora increíble y muy energética. Como la propia música de Django, siempre reconocible con ese punteo característico que transmite ganas de bailar y alegría con un cierto grado de nostalgia.
Es difícil separar a Django Reinhardt de su propio personaje, un auténtico genio y el responsable de que el swing y el jazz cruzaran el Atlántico para instalarse en Europa. Nacido en Bélgica en 1910, creció en un campamento gitano a las afueras de París. Django aprendió a tocar el banjo cuando era niño, pasándose más tarde a la guitarra. Cuando tenía 18 años, un incendio que causó con una vela en la caravana de madera donde vivía, casi acaba con su pierna derecha y con su mano izquierda, con la que pulsaba las cuerdas de la guitarra. Aunque rehabilitó su pierna casi completamente, su mano sufrió secuelas de por vida que le impedían mover correctamente sus dedos anular y meñique, por lo que Django tuvo que volver a aprender a tocar la guitarra, y a pesar de sus limitaciones físicas, terminó convirtiéndose en un gigante de la guitarra, fusionando la música jazz con la tradición gitana del este de Europa, creando lo que se conoce como Gipsy Jazz o Manouche.
Se cuenta que durante el largo periodo de recuperación de sus heridas, Django Reinhardt se adentró en la cultura jazzística americana, descubriendo a artistas como Louis Armstrom. En esa época también trabajó en cafés de París hasta que en 1934, a propuesta del dueño del Hot Club, Pierre Nourry, formó un quinteto de cuerda, el Quintette du Hot Club de France junto con el violinista Stéphane Grappelli (el mejor violinista jazz de la historia). La banda se hizo rápidamente famosa en todo el mundo, con sus grabaciones para Ultraphone, Decca y HMV, aunque tuvo que disolverse en 1939 con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra, Django Reinhardt sobrevivió como gitano en la Francia ocupada por los nazis gracias a su enorme fama y talento. Cuenta la leyenda que un oficial alemán llamado Dietrich Schulz-Köhn acogió a Django como su protegido para poder seguir disfrutando de su música. Este general era conocido como Doktor Jazz. El caso es que la estrella de Reinhardt siguió brillando durante la guerra, y aunque intentó salir del país en varias ocasiones, paradógicamente fue erigido como uno de los símbolos de la resistencia francesa.
Acabada la guerra, Django Reinhardt viajó a Estados Unidos, donde tocó con músicos de la época como Duke Ellington o Coleman Hawkins. Hay diferentes versiones de su periplo americano, algunos afirman que Django hacía de simple comparsa en las bandas americanas en las que tocó y otros aseguran que se convirtió en un músico endiosado y vehemente, lo cual engrandece aún más su leyenda.
A su vuelta de Estados Unidos, en 1946, Reinhardt trajo consigo el bebop, la nueva corriente del Jazz que verdaderamente revolucionaría el género. También volvió con una personalidad aún más huidiza y especial. Así, cada vez era más difícil encontrarte, y cuando ofrecía conciertos, en ocasiones menospreciaba al público, ganándose merecidamente su reputación de artista caprichoso y engreído.
Al final de su vida, Django probó a tocar con guitarra eléctrica, y también volvió a reunirse con su antiguo compañero Stéphane Grappelli, dejando un poco de lado el bop para regresar a un swing más melódico, como en sus primeros años.
Django Reinhardt murió jóven, con 43 años, víctima de una hemorragia cerebral, cuando volvía a casa después de un recital en París. Vivió deprisa y se fue demasiado pronto, pero nos dejó un legado increíble para disfrutar de un sonido que sólo él podía crear, con temas como los que hemos recopilado en la siguiente lista de Spotify, con sus temas más caractéristicos y versiones de temazos de la época como Aint’ misbehavin, All of me, Blue Skies, Jeepers Creepers y otros. Seguro que os va a encantar!!