Pamplona y los Swingvergüenzas

Pamplona y los Swingvergüenzas

Vitoria se encuentra a una hora de Pamplona en coche, y son ciudades con muchas cosas en común: tamaño medio, con una renta similar, con zonas verdes, cómodas para el día a día y tal vez un pelín aburridas comparadas con cuidades más grandes. También tienen en común una cosa que a nosotros nos interesa mucho: el Swing!!

Y es que Vitoria es la primera ciudad española de pequeño-mediano tamaño donde explotó el fenómeno Swing y el Lindy Hop, después de Barcelona y de Madrid. Y cuando nosotros en Pamplona aún estábamos en pañales, hace como seis años (cómo pasa el tiempo…), en Vitoria ya lo petaban con su Gastroswing trayendo a profes internacionales y organizando fiestones. Recuerdo nuestro primer Gastroswing; cuando llevábamos unos seis meses bailando aparecimos en Vitoria en la fiesta del sábado casi por casualidad y flipamos con la gente, el buen rollo que tenían y lo bien que bailaba todo el mundo… Durante un par de horas, nos quedamos en una esquina de la sala observando y tomando unos gin & tonics a ver si nos envalentonábamos para bailar alguna canción… No fue hasta el final de la noche cuando hablamos con algún swingvergüenza, que nos invitó a bailar, a pesar del apuro máximo que sufríamos.

El día siguiente había un clandestino y en seguida empezamos a conocer a todo el mundo, nos pedían bailar, nos animaban e incluso nos invitaron a la comida del domingo en La Virgen Blanca. Aunque llevábamos un tiempito bailando, durante ese fin de semana nos dimos cuenta de la dimensión que podría tener el pequeño universo del Swing.

Era un tiempo en el que no había tanta gente en la escena Swing y todo el mundo se conocía entre sí y forjabas una pequeña amistad porque en esos años coincidías con la misma gente en todos los eventos que se hacían en España, que eran básicamente tres (creo recordar): Barswingona, SwingMadrid Festival y Gastroswing (creo que había alguna cosa más en el área de Barcelona, pero se dejó de hacer). Molaba la sensación de ir a diferentes ciudades y que gente que acababas de conocer te ofreciera su casa (como nuestra querida Judith, que siempre nos abrió su piso comos si fuera nuestro)… Era un ambiente familiar que ahora quizás, con la superexplosión de la escena Swing y la proliferación de festivales por toda España, se ha perdido un poco.

Durante los primeros años del swing en Pamplona, la gente de Vitoria siempre estuvo ahí apoyando que nuestra escena se hiciera más grande. El primer evento que organizamos juntos fue un picnic-swing en unos embalses junto a Vitoria. Fuimos unas veinte personas en total, y después merendamos en la casa de Alberto Escalante, en aquel entonces el embajador del swing de Vitoria y presidente de los Swingvergüenzas.

Como tocaba devolverles el favor, al tiempo, organizamos una jornada de convivencia y baile en Pamplona, con clandestino en la plaza del Castillo, comida en las Caballerizas y baile social después de comer. Vino un montonazo de gente de Vitoria, trajeron su equipo de música y sus ganas de bailar con nosotros, a pesar de que nuestro nivel era bastante bajo en comparación con el suyo. Nos lo pasamos superbien con Isabel, Fosy, Andrea, Usoa, Alberto, Isabel, Judith, Edu, Txus, Carolina, Donca, Edu, Carlos, Aloixe, Ramón, Cris, Carmen, Esti, Risi…

A partir de entonces, decenas de viajes a Vitoria, a todos los eventos que organizaba la Asociación Swingvergüenza, de la cual nos hicimos socios, talleres con profes como Sonia y Héctor, siempre apoyando la escena vitoriana, Eva e Igor, Javi y Melissa… entre otros muchos que recuerdo.

Cuando empezamos a organizar cosillas en Pamplona, los vitorianos también venían, lo cual era genial, porque siempre mola mucho devolver un poco el cariño que te han dado…

Así que este año, del 31 de mayo al 3 de junio volvemos otra vez al Gastroswing. Y no vamos porque vaya Gordon Webster ni Frida y Skye, ni por lo bien que se come en Vitoria, que también, vamos porque nos gusta ir a Vitoria a bailar con esa gente que ha ayudado tanto a que nuestra escena en Pamplona se haya hecho mayor. A todos esos lindy hoppers de Vitoria, muchas gracias!!  Nos bailamos!!