La semana pasada estuve visitando Nueva York, y por supuesto, decidí acercarme al barrio de Harlem. Es el barrio donde nació el Lindy Hop y me apetecía recorrer los lugares más míticos y famosos relacionados con la cultura Swing. Y es que Harlem es sinónimo de Jazz, de cultura afroamericana, de Swing y de Blues. ¡Todo friki del Lindy tiene que visitarlo en algún momento de su vida!
El barrio de Harlem está situado en la zona norte de la isla de Manhattan. Desde el principio del siglo XX se convirtió en centro de residencia de una gran parte de la comunidad afroamericana de la ciudad. Actualmente el porcentaje de afroamericanos residentes en Harlem es de más de un 70%. Eso lo notamos nada más bajarnos del metro en la parada de la 125 Street de la línea A (sí, efectivamente es la línea A a Harlem de Duke Ellington del temazo “Take the A Train”). Mientras que en el sur y centro de la isla de Manhattan te encuentras con con una enorme mezcla de razas y culturas, Harlem es mayoritariamente afroamericana.
Lo primero que visitamos una vez allí fue el mitiquísimo teatro Apollo, uno de los clubes de música más famosos de Estados Unidos y el lugar donde estrellas como Ella Fitzgerald o Michael Jackson comenzaron sus carreras. Es importante destacar que desde su fundación, en el año 1914 hasta 1937, el Apollo sólo permitía la entrada a personas de raza blanca. Harlem era el barrio donde se encontraban los clubes más famosos de la ciudad de Nueva York y el lugar al que ir a pasárselo bien. Pero, a pesar de que era un barrio mayoritariamente afroamericano, tristemente, la mayoría de los clubes sólo permitían la entrada a los blancos.
El teatro Apollo resume un poco la historia del barrio de Harlem en el siglo XX, con el Renacimiento de la cultura afroamericana de los años 20, hasta la degradación del barrio en los años 60 y 70, con las tasas de criminalidad del barrio por las nubes (de hecho el Apollo estuvo a punto de desaparecer en el 1976) hasta el resurgimiento del teatro en los 90 de la mano de la fundación sin ánimo de lucro The Apollo Theater Foundation Inc. Hoy día recibe más de 1.3 millones de visitas al año.
Artistas como Count Basie, Chick Webb, Billie Holiday, James Brown, Diana Ross, Marvin Gaye, Stevie Wonder, Aretha Franklin, Ben E. King, Mariah Carey o Jimmy Hendrix han actuado en el Apollo .
Tras visitar el Apollo, nos fuimos hacia Lenox Avenue. En esa calle, que ahora se llama Malcolm X Boulevard podemos encontrar el famoso restaurante Sylvia´s, donde se puede probar la comida típica del barrio, la Soul Food, que es una mezcla contundente entre comida norteamericana y recetas africanas.
Un poco más adelante visitamos el National Jazz Museum of Harlem. Aunque la entrada es libre, te piden una donación voluntaria de 10 dólares, que realmente es el precio de la entrada en sí… en fin, cosas de los americanos.
Además de un piano con el que Duke Ellington solía tocar durante más de diez años, que es el objeto estrella de la colección de cosas que puedes encontrar en el museo, también hay una buena biblioteca sobre el Jazz y aparentemente una gran colección de audios y discos de todas las épocas del jazz. La persona que estaba a cargo del museo nos comentó que la hermana de Duke Ellington les donó el piano con la condición de que fuera tocado regularmente. Y nos tocó una pieza de Duke para nosotros. Eso fue muy emocionante.
Siendo sinceros, nos esperábamos más de este museo. Supongo que si eres un apasionado del Jazz y puedes invertir un día en el museo, disfrutarás leyendo y escuchando cosas que son muy difíciles de encontrar en ningún otro lugar del mundo.
El conocido como Harlem Renaissance (Renacimiento de Harlem), se refiere a la explosión artística de la cultura afroamericana que tuvo lugar en Harlem durante los años 20. Esto se reflejó no sólo en la música, también en la literatura, pintura, escultura. Puedes disfrutar de este arte en el Studio Museum of Harlem. Nosotros no tuvimos tiempo de ir, pero siempre está bien dejar cosillas para tener la excusa perfecta para volver a visitar tus ciudades favoritas.
Siguiendo la Lenox Avenue hacia la zona alta de Manhattan, nos encontramos con la atracción principal para todo Lindy Hopper: el Savoy Balroom!!! Ahora mismo, el Savoy está reducido a una placa conmemorativa donde por supuesto me fotografié con mi camiseta de Big Kick, para que conste en acta que estuvimos allí. Sin embargo, en su día, el Savoy era club de baile enorme, donde se bailaba Lindy Hop.
El Savoy ocupaba toda una manzana, y fue muy popular en los años 30 y 40, dado que era uno de los pocos clubs donde cualquier persona, de cualquier raza, podía entrar y bailar. Como decía Frankie Manning, no importaba si eras negro o blanco, sólo, que supieras bailar. Quiero insistir en lo duro que tenía que ser para las personas de raza negra el no poder entrar en ciertos clubes situados en su propio barrio y en los que, para más inri, tocaban artistas afroamericanos música jazz, creada por afroamericanos, pero !!!ojo!!!, sólo para blancos!!! Es vergonzoso…
Por eso, creo que es importante conocer y respetar los orígenes de la música Swing y del Lindy Hop, como parte de la cultura afroamericana; como parte de una sociedad que fue muy oprimida y aún hoy, discriminada. A pesar de la diversidad racial en Norteamérica, no es demasiado común observar grupos de blancos y negros compartiendo una cena o una cerveza, y normalmente los afroamericanos pertenecen a las clases sociales más bajas. Tenemos necesariamente que tener en cuenta todo esto cuando bailamos o disfrutamos de la música Swing y Blues.
El Savoy fue cerrado en 1958 y demolido posteriormente. En su lugar ahora puedes ver los edificios de apartamentos “Savoy Park”. Al menos conservaron el nombre…
Ya de vuelta por el Adam Clayton Power Jr Boulevard, pasamos por las Strivers´Row, que son tres filas de casas construídas a finales del siglo XIX, y que durante la primera mitad del siglo XX pertenecieron a la clase media o media alta de la sociedad afroamericana. Posteriormente, al aumentar tanto la delincuencia en el barrio, la clase media abandonó Harlem y estas casas se transformaron en apartamentos de una sola habitación que alojaban a clases ya más bajas de la sociedad de Harlem.
Terminamos ya nuestra visita bajando hacia Central Park por Frederick Douglas Avenue y poco a poco vamos viendo cada vez más mezcla de razas en la gente que pasea por las calles, apartamentos nuevos, mejores coches, tiendas de cadenas conocidas, centros comerciales… y es que la gentrificación también está llegando poco a poco a Harlem, con lo que supone… precios de pisos por las nubes, expulsión de la comunidad afroamericana de su barrio por excelencia, pérdida de autenticidad y de la atmósfera de barrio… Si quieres visitar Harlem, no tardes mucho, pronto sólo quedará el recuerdo y las fotografías del barrio más estimulante de Nueva York.